Sin pana, ni elegancia

Por El Pelusa.


"La selección, la selección, la puta que te parió"


Según la RAE la palabra compromiso significa Obligación contraída. Palabra dada. Precisamente esta palabra es la que se viene toqueteando peor que guapa de cabaret (?). El motivo es conocido: 3 referentes cuyas lesiones coincidieron con partidos de vida o muerte para la selección. 

Manuel VIHrga.

Hablé inicialmente del compromiso y lo expliqué, porque claro, los jugadores destacados de una selección asumen sobre el papel la responsabilidad de sacar adelante al equipo, lo que la RAE bien indica como “obligación contraída”. Sin embargo, la situación es tergiversada cuando recordamos que si vamos a la descripción exacta de los hechos, la realidad indica que nadie les consultó previamente si en verdad esto es lo que querían (a Markarián capaz no le responden con la verdad), y tal vez la respuesta sea desilusionante, pero finalmente, los tipos están obligados a ir más por presión social que por cualquier otra razón. Es probable.

Con la gente dolida porque tres de sus “fantásticos” o “los inflados” según cierta prensa de opo$ición que “se tiraron para atrás” como argumentan, la especulación de la ausencia de compromiso, deja de serlo y se convierte en una mera verdad. 

¿Se puede juzgar a la gente por tomar la situación de la blanquirroja con tanta desazón, dolor y resentimiento? La respuesta es NO. Están en todo su derecho de suponer lo que consideren inapropiado. Asimismo, hay un tema que apertura aún más la herida provocada por la denominada “falta de compromiso” de Vargas, Pizarro, Farfán y hasta Zambrano. ¿Cuál? La de los escándalos o ampays. Pero acá, vale la pena precisar que no se han detectado casos de indisciplina. No, no se está justificando a nadie, no comience a tirarle piedras a su monitor (?). Es cierto, lo de Vargas con la chela en la mano no es un acto de indisciplina porque no se escapó de ninguna concentración, ni nada por estilo. Bueh, puede ser que beber en la vía pública desestime lo que escribo, pero el tema es que para lo que es el fútbol, el tipo disfrutaba de su día libre, casi descartado para los partidos. Lo de Zambrano igual, jugando pichanga en su barrio porque “es sentimentalista” (?). Eso se dio el mismo día del partido contra Colombia, y no es secreto para nadie que una pichanga barrial no es lo mismo que jugar una eliminatoria, el tipo también estaba descartado. Y lo de Farfán y Pizarro, son lesiones arrastradas y vacaciones aseguradas, no hay vuelta que darle. 

DaySIDA Araujo y los arrechos de siempre colores patrios.

Ahora, acá viene lo importante: ¿Se imaginan a Lugano tomando chelas en su barrio a vísperas de un partido?, ¿a Messi dado de baja yéndose a jugar pichanga en su barrio de Rosario el mismo día que juega su selección?, ¿a Falcao separando un box en una reconocida discoteca de Bogotá?, ¿a Forlan dejándose ver peinar en un Spa? Sí, sería horrible. 

El tema va más allá de las múltiples lesiones de Almuerto Rodríguez, de las putas del Santi Acasiete, de Tilsa, el Spa, Aura, el barrio, los causas, la afición y la prensa amiguista. Tampoco hablemos del compromiso. Acá, hay una ausencia de profesionalismo y de criterios alarmante. 

Sumado que algunos futbolistas están con la cabeza hecha pelota, tampoco hace bien juzgar a dedo a tal o cual, calificar de estafador al DT, destacar solo a uno y minimizar el trabajo del resto, idolatrar, impugnar, discriminar, descalificar, creer, hacer creer, descreer, ilusionar, desilusionar… es la inexorable frustración de saber que pasaron más de 30 años desde la última vez y parece que no salimos más de este cáncer terminal. Los responsables del último lugar no son solo los jugadores, los dirigentes y la prensa. También es del resultadismo de la gente y sin más ni menos, seguiremos buscando responsables, con la luz que se nos apaga poco a poco y sin la pana ni la elegancia que tiempos atrás nos permitía inflar el pecho y decir ¡Arriba Perú carajo!

BONUSTRACK

Aprendamos a putear como la gente (?) de una buena vez.