La mano de Zlatan

Por Camarada Ch.



Domingo 11 de diciembre. Estadio Alejandro Villanueva. Minuto 57. Se jugaba el segundo partido del play-off que definía al campeón del torneo peruano 2011. Luis Trujillo, lateral zurdo de Alianza remata cruzado, el arquero de Aurich da rebote y se la encuentra el siempre esforzado y corajudo ‘Zlatan’ Fernández,  él atina a empujar el balón con la mano y gol. Era gol con la mano. Pero gol al fin. El árbitro no la había visto y lo cobró como válido. José Carlos corría a celebrar con Viza, Quinteros y todo el plantel, Pepe Soto lo abrazaba con fervorosa pasión. La gente celebraba en las tribunas pintadas de azul y blanco. Comando Svr era una fiesta. Hasta el narrador lo cantó como gol. 

Pasaron unos segundos, luego de una celebración rica y prolongada. El cuarto árbitro conversó con Víctor Hugo Carrillo (réferi principal de la contienda) y decidieron anularlo. La gente maldecía el cambio de decisión. El argentino Leandro Fleitas se negaba a aceptarlo y hacía lo imposible para que no se reanude el juego. Se pasaba de 1-0 a favor de Alianza, a un 0-0 que dejaba al equipo victoriano con minutos de sufrimiento.

Luego, la historia conocida. Alianza perdía en Matute y también en el Estadio Nacional, donde disputaron el tercer partido definitorio. Los penales fueron y serán una ruleta rusa.

Nadie sabe si el gol de ‘Zlatan’ hubiera significado el campeonato aliancista. Muchos creen que sí. Otros creen que hubiera sido la cereza de un campeonato sucio, donde se ganaron muchos partidos en mesa y un gol hecho con la mano, lo hubiera ensuciado aún más. 



Lo que sí creemos es que el gol de ‘Zlatan’ hizo feliz a mucha gente  blanquiazul por unos segundos largos, inmensos y excitantes; porque era la sensación de sentirte campeón, porque el árbitro no la vio, porque si Maradona metió la mano y no la vieron, porque Matute era una fiesta y porque nadie dudaba que era un gol hecho con la mano; pero, no importaba eso. Porque al final, dicen algunos, el fin justifica los medios. Y el fin todo un pueblo era conseguir el campeonato.

Pero también creemos que hubiera sido un engaño, porque era el premio a un técnico que no estaba programado en un proyecto a largo plazo. Porque los dirigentes no hicieron una buena labor en el club, porque Alianza sigue hundiéndose más en sus arcas. Era un premio a la improvisación.

Aurich, por lo menos, demostró que tenía buenos jugadores para patear un penal. Y un arquero que después de haberse comido 5 goles en Quito, estuvo deambulando en Inglaterra, y ahora se revalora con estos partidos finales. Al igual que Umaña.

Por eso, la justicia futbolera, aunque les duela a algunos, esta vez fue efectiva.



Es el puto amo


Por El Pelusa.

El Barcelona redondeó un magnífico cierre de temporada con el título del Mundial de Clubes en Japón.  Si a esto le sumamos el triunfo a domicilio ante el Real Madrid semanas atrás, hablamos ya del mejor equipo del mundo con total autoridad. 




El cuadro culé de la mano de Josep Guardiola, ha superado esa clara vicisitud que tienen todos los clubes de fútbol cuando alcanzan el triunfo en diversos campeonatos disputados: mantenerse vigente en el tiempo. Este Barça no decae y sigue arrasando con todo lo que se cruza en el camino. Básicamente, para el club catalán el éxito no es una excepción. 

Desde su llegada, Guardiola ha sabido replantear de mil maneras a sus dirigidos. Priorizando la alineación y el estilo de juego de su equipo, por encima de los nombres. Para ser más claro, por ejemplo la llegada de Zlatan Ibrahimovic en aquella temporada en la cual no rindió como se esperaba, el DT español lo que hizo fue buscar un reemplazo en la misma posición, no intentar cambiarle de posición para ver si funciona o no. Con esas decisiones tan determinantes queda en evidencia que para ‘Pep’ lo táctico está muy por encima de cualquier estrella, aunque se sabe que para lograr resultados ambos (lo táctico y los jugadores) tienen que ir bien de la mano.



Luego de hacer este breve hincapié sobre lo que representa el denominado “Paradigma Guardiola”, compete entender por qué el Barcelona se hizo con el título ante el equipo del muchacho que baila Nossa, nossa … (?).

Las tres principales razones:

Lo primero: Un Messi notable, que marcó dos tantos e hizo y deshizo a su gusto en el césped. Imparable, dando crédito al título de “Mejor Jugador del Mundo”. El putito (?) is on fire y si sigue así, no sorprenderá ver a la Argentina sin ir al mundial de Brasil ‘Pulga’ cargando a la “Orejona” el año que viene. 

Lo segundo: Con las piezas de recambio de precisas, el engranaje de la locomotora azulgrana anduvo de las mil maravillas. Guardiola, obligado a alternar por la baja de David Villa y la duda de Alexis Sánchez, apostó por fortalecer el centro del campo con Thiago y dejar solo en punta a Messi. WIN.

Lo tercero: Un Neymar desaparecido, no logró conectarse con sus compañeros que también anduvieron muy por debajo de lo que se esperaba. Da cuentas de que todavía está muy lejos de ser uno de los mejores del mundo. No obstante, es un jugador muy joven y tiene un gran camino por recorrer. Las condiciones de crack no se las quita nadie. 

La figura del partido.

En pocas palabras y ya para despedirme (?), vale mencionar que ya es inexorable la supremacía del Barcelona en el fútbol mundial. Un equipo que no solo cuenta con las piezas claves para hacer su juego perfecto, sino también demostrando que en sus canteras hay un nivel superlativo al de cualquier otra cantera del mundo. La Masía, es la gran responsable de que en los próximos años, tal vez sin Messis ni Iniestas tengamos una producción futbolística igual o de más nivel del que ya nos tienen acostumbrados. De esta manera, el presente y el futuro del Barça invitan a pensar que en el podio tienen para rato. 


FICHA DEL PARTIDO

Resultado: Barcelona 4 - 0 Santos

Goles: Messi (x2), Xavi y Cesc.
Estadio: Estadio Internacional de Yokohama.

Asistentes: 68.166 espectadores.
Árbitro: Ravshan Irmatov (UZB)