El día que La Coruña amenazó con venir


Por El Pelusa.

Ahora que está en boga lo del amistoso entre Alianza Lima y el Atlético Madrid, cabe recordar, además de aquel partido entre los blanquiazules y el Real Madrid, que en el año 1994 o 1995 no me acuerdo (?), el Deportivo La Coruña, hoy posible equipo de Almuerto (?) Rodríguez, tuvo la oportunidad de llegar a nuestra capital a disputar un amistoso. 


Cuando la hegemonía del fútbol español no pasaba tan solo por el Barcelona y el Madrid, el Depor bueno (?), líder en aquel entonces de La Liga tenía previsto hacer una gira por Sudamérica con sus principales figuras: Bebeto (goleador absoluto), Donato, Fran, Djukic, Mauro Silva, López Rekarte, entre otros. 

El presidente del club en esa época, Augusto César Lendoiro, junto con el consejo administrativo deportivista, veía con buenos ojos dicha gira por la cual recibirían una buena cantidad de dinero ya que el Súper Depor era el equipo de moda. Si tienes a Bebeto en su mejor momento era obvio que ibas a estar más pedido que Olenka la del Moonlight (?). Entre las numerosas propuestas, estaban evaluando jugar en Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, México, Perú, Venezuela y las ciudades norteamericanas de Miami y Las Vegas. 

El reencuentro: Arsenio Iglesias (DT en esa época) y Bebeto.

Por la tierra de Osiris Piombo (?) la negociación se hacía mediante Carlos Salvador Bilardo. El Depor tenía planeado jugar en Mendoza, Salta, Buenos Aires, Mar del Plata y San Juan. En Colombia la idea era irse de putas y consumir harta merca jugar un amistoso en la ciudad de Barranquilla. 

El Deportivo La Coruña, tenía la posibilidad exhibir a sus estrellas, no solo en Sudamérica sino también en Europa, donde las ofertas no cesaron, con la probabilidad de enfrentar a escuadras de Holanda, Suiza, Bélgica, entre otros. Digamos que el Depor tenía al mundo en sus pies. Tal vez, su arribo a Lima hubiese desatado esa confrontación sobre el rival de turno y sus dotes de grandeza para ser escogido y cogido (?) por el equipo de Bebeto. 

César Augusto Lendoiro, presidente del Depor en aquella época. ¿Su cuello? Ni  idea (?)

Sin embargo, las cuestiones administrativas son lo que prima en esta clase de amistosos. ¿Cuánto se habría recaudado por tener al Depor por acá? Seguro que cifras ostentosas para los clubes locales. De todos modos, siempre esta lindo que vengan futbolistas de jerarquía a jugar lo que sea por estas tierras. Al menos, para soñar un rato y olvidarnos de nuestra tragicómica realidad.