El exitoso modelo inglés, un ejemplo de cómo salvar al fútbol

Por Otro Gato.


Alcanzando un nuevo nivel de incompetitividad por parte de los dirigentes de nuestro alicaído fútbol, este último fin de semana se inició el Descentralizado 2012, y como ya se había anticipado se jugó con juveniles debido a la negativa de los profesionales a jugar tras conocerse que los clubes no refinanciarían sus deudas en 12 meses. Iniciativa que fue tomada por la SAFAP. 

Así, son nuevamente los equipos serios los más perjudicados como la San Martín, Unión Comercio y Vallejo que pese a no tener deudas, se retiraron del torneo ante el respaldo de sus jugadores con la huelga. 

Así pues, si bien los jugadores están en su derecho a reclamar lo que se les debe, muchos de ellos son los mismos que solaparon a sus dirigentes firmando planillas sin fondo durante el 2011, y a muchos otros no se les debe ni un sol.



La intransigencia de la SAFAP por cerrarse en un  refinanciamiento de  la deuda de   los clubes   en 12 meses,  la de los  clubes por cerrarlo en 24 meses  (que beneficia a los deudores), la ADFP por  empecinarse en iniciar un torneo que se programó  cuando varios  clubes   ni siquiera habían arreglado su situación y la FPF  que  siendo la  máxima  autoridad de nuestro  fútbol aprobó  las bases de un   torneo   mal   organizado   y   que  no  debió  iniciarse  nunca,  terminaron desgraciando por completo a nuestro balompié. 

Hoy el fútbol peruano ha tocado fondo, no hay como caer más bajo y aún no se avizora una solución. Así, es bueno repasar el ejemplo inglés, que salvando las enormes diferencias coyunturales, llevó a una liga de segundo plano en Europa a ser la más exitosa del mundo en la actualidad. 


Orígenes de la Premier League y Fundación 

A finales de los 80 e inicios de los 90, el fútbol inglés vivía una de sus peores etapas en su larga historia. Falta de competitividad, mala organización, vetados de competencias continentales, violencia en los estadios y malos acuerdos comerciales, lo habían convertido en un torneo casi intrascendente. Una situación no muy alejada de nuestra realidad. 

Así, en 1991 los clubes más importantes firmaron las bases de un acuerdo para la creación de una nueva liga que les permitiera, entre otras cosas, obtener mejores ingresos económicos por derechos de televisión, patrocinio y publicidad. 

Esta nueva competición iba a tener independencia comercial de la Federación Inglesa de fútbol y de la Football League (hasta entonces la máxima división), permitiéndole a la Premier negociar sus propios acuerdos comerciales. De esta manera, en 1992 varios equipos de la First Division decidieron renunciar a la Football League y el 27 de mayo del mismo año se fundó oficialmente la FA Premier League a manera de compañía limitada no dependiente de la Federación Inglesa. 

¿Cómo se maneja la Premier? 

El mejor torneo nacional de clubes en el mundo funciona como una empresa en la que sus 20 miembros son propietarios y por lo tanto cada club tiene un voto en cuestiones de cambios en el reglamento así como en los contratos. Cabe destacar que la Federación no tiene injerencia directa en el manejo de la liga, aunque tiene un poder de veto al ser un accionista especial durante las elecciones del presidente y del secretario así como en los momentos cuando se adoptan nuevas reglas.

"No sé, no sé. No es mi problema, me quito a Suiza "
Soluciones 


Lo ideal sería que los clubes serios, en conjunto con la Agremiación trabajaran contra la informalidad y plantearan la creación de una nueva liga, quizá no independiente de la FPF ya que muchos se opondrían por sus intereses, pero si con una serie de requerimientos en los que sólo se admita a clubes formales, sin deudas, con presupuestos bien definidos y con todo lo necesario para tener un fútbol decente. 


Lamentablemente, aplicar este exitoso ejemplo a nuestro ´julbo´ es casi imposible. Empezando porque nuestros dirigentes son una sarta de hampones que bajo ninguna circunstancia permitirían la creación de una nueva liga total o parcialmente independiente de la FPF y ADFP.

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