La mística de los alemanes

Por El Pelusa.

Para ti, pelucón (?)

“El fútbol es un deporte de 11 contra 11 donde siempre gana Alemania”, recita un viejo adagio emitido hace algunos años por el gran Gary Lineker. Hace rato que Alemania en sí no gana un título a nivel selección, pero no hay que negar que siempre están en instancias finales. Precisamente hoy tuvo un representante en Champions League: Bayern Múnich. Y tal vez resapaldándose en dicha frase, el club teutón sacó esa relucir esa estirpe ganadora que le da, quieran o no, cierta validez a la frase que profirió el otrora delantero inglés. 

Real Madrid y Bayern Múnich se volvían a ver las caras tras el partidazo que nos ofrecieron en el Allianz Arena. El 2-1 dejaba dando bote la posibilidad de que el Real Madrid con un 1-0 se metía de lleno a la final. Sin embargo, bien dicen que el fútbol es el arte de lo imprevisto. Y así sucedió.

Robben, no te perdona (?)

El encuentro en el Santiago Bernabéu arrancaría con dos goles de Cristiano Ronaldo (uno de penal) en casi 15 minutos, lo que hacía pensar a más de uno que se venía de una goleada histórica. Pero lo que vino fue una pecheada histórica (?), porque con el marcador en contra el Bayern salió a matar o morir y en una de esas llegó el centro al área y el penal de Pepe –para variar- en contra de Gómez ( el nombre Mario Gómez y la palabra penal, para variar también (?)). Arjen Robben no te perdona. Con el 2-1 se culminaba la primera mitad. 

En el segundo tiempo la posesión fue más clara por parte del visitante, ya que si bien el Bayern mostró serias dudas defensivas en el primer tiempo, en el complemento, fue Real Madrid el que mostró cierta parsimonia y aletargamiento de la mitad de la cancha para atrás. Con algunos pasajes de peligro, ambos equipos no se harían más daño y se irían directamente al tiempo extra. 

Fiesta.

En el alargue, no pasó ni mierda nada destacar (?). Finalmente se llegaría la tanda penales o el Paolo Hurtado’s Fail Fest (?). Arrancaría CR7 que en solidaridad con su amigo Lionel Messi erraría a manos de un iluminado Neuer. También fallaría Kaká, para sopresa de muchos. En el club bávaro marrarían Tony Kroos y el capitán Philliph Lahm. Cual película de suspenso todos nos preguntábamos qué pasaría en los siguientes penales. Iría Sergio Ramos, quien la mandó al Vicente Calderón. La responsabilidad recalaba en Bastian Schweinsteiger y no decepcionó. Gol y final para el Bayern Múnich. Alegría para los de Jupp Heynckes y tristeza para los de Jose Mourinho. 

FIGURAS

El conjunto bávaro tuvo varios autores importantes de esta clasificación pero lo que hicieron Ribery, Robben y Mario Gómez los coloca en el podio. Sin desmerecer, claro esta, lo de Basty Fantasy, Luis Gustavo o el mismísimo Neuer. Los mencionados son jugadores fundamentales para lo será la final en Múnich. Eso lo sabes tú, lo sé yo, lo sabe mi vieja y por supuesto, Di Matteo. 

LA DECEPCIÓN

La GRAN decepción fueron las actuaciones de Álvaro Arbeloa. Muy por debajo de lo que venían haciendo sus compañeros, el lateral no pudo suplir con hidalguía el puesto cedido por Sergio Ramos (que anduvo haciéndola de back). Otra que decepcionó fue Kaká, pero no se le puede pedir mucho si no tiene continuidad y los años no pasan en vano. Seguro el otro año, lo ficha la San Martín, no sé (?). 

EL CAGADÓN (?)

No lo puse en aquí arriba porque no jugó mal en Múnich y tampoco en Madrid, pero hay que decirlo: Sergio Ramos, para qué te traje papáh. Indescifrable el penal se falló. No se sabe si quiso asegurar o colocar o picarla, no sé, no sé, no sé. Lo cierto es que ese balón le rompió una luna a Susy Díaz y ella, ni corta ni perezosa, ya se lo está cobrando.

Nos leemos el 19 de mayo para la gran final, ¿Chelsea o Bayern? ¿Bayern o Chelsea? Cualquier cosa puede pasar.

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