Markarián dignifica



Por Cthulhu. 




"Hay que aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción", es una frase que se la escuché alguna vez a Marcelo Bielsa y que -me parece- es una verdad natural e ineludible. Hoy Perú se sumó a esa regla, pues el éxito presentado así de esa manera, se puede dar solo de vez en cuando. 

La derrota por 2-0 con Uruguay no es el fin del mundo, ni una 'tragedia griega'. Nada de eso. Sirve para evitar el relajo, el fracaso tendrá que volver a este proceso mucho más coherente y deberá madurar con el tiempo. 



Esta noche, las desconcentraciones nos jugaron una mala pasada y los charrúas facturaron cuando debían hacerlo. Se perdió, sí, pero se perdió haciéndole un partido dignísimo a un conjunto celeste que viene trabajando desde hace 5 años. Perú, en cambio, es un proceso reciente haciendo una Copa América impensada. Ni el más optimista de los futboleros podría imaginarse a la 'bicolor' jugando de esta manera, haciendo los partidos que hizo. Podemos estar tranquilos, este grupo tiene hambre de gloria y vergüenza deportiva. Algo que, evidentemente, era desconocido para nosotros.

Bien dice Markarián, "de esta Copa se pueden sacar cosas muy buenas", además agregando que "el fútbol peruano necesitaba eficiencia". El 'Mago' notó el árbol de problemas gigantesco que padecía el fútbol peruano y sacó resultados del sombrero. Lo trascendente acá -considero- es que si bien no se ganó una Copa América, uno encuentra algo más significativo: ganar una identidad de juego.




Notable mérito de Don Sergio para cambiarle la cara al camerino más difícil del mundo, dándole un orden táctico y consiguiendo un equipo solidario. Estos son, finalmente, estandartes de un proceso que se puede hacer fuerte y sostenible para la etapa eliminatoria. No nos olvidemos que, Brasil 2014, es la tierra prometida. 

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