Se terminó la ilusión de todos de llegar a la gran final de la Copa América. Ayer Uruguay fue más que Perú y hay que aceptarlo. Sin embargo, esta derrota es un paso adelante en las aspiraciones de nuestra selección. Es una derrota que si bien duele y demuestra que aún nos falta mucho trabajo, nos indica que vamos por el buen camino.
Lejos de críticas, esta selección es digna de elogios. Un Perú que llegó a esta competición con las bajas de sus principales jugadores y por la que nadie apostaba un mango. Pese a todo, Markarián supo cubrir las debilidades y fortalecer las virtudes de este equipo. Además, hay que destacar la aparición de jugadores jóvenes como Advíncula y Yotún que en un futuro podrán ser hombres de mucha utilidad para la selección.
Hoy en el exterior todos nos miran como la sorpresa, incluso se habla de un resurgimiento del fútbol peruano. Creo que es muy temprano para hablar de eso, pero es el inicio de una nueva etapa en la que hay que trabajar duro y dar oportunidades a nuestras divisiones menores, a fin convertir al fútbol peruano en un fútbol competitivo.
Sin embargo, pese a lo mostrado en esta Copa América, muchos no tardaron en criticar a la selección por la derrota de hoy y eso es, francamente, una estupidez. Recordemos que enfrentamos a la cuarta mejor selección de Sudáfrica 2010, con años de trabajo, y que Perú llegó con varias bajas y qus se encuentra en plena formación. No hay nada que criticar.
Más bien, destacar que la selección se ha convertido en un equipo que defiende bien, sabe cuando atacar, tiene una identidad de juego definida y se nota al jugador peruano comprometido. Nos hemos convertido en un equipo espeso (en el buen sentido de la palabra), un equipo que al rival le va a costar vencer.
En el PES hubiéramos campeonado (?) |
Debe quedar claro que Perú cumplió con su objetivo al llegar a semifinales, incluso lo cumplió al llegar a cuartos, ya que realmente no teníamos con qué aspirar a más. Por ello, lo de nuestra selección en esta Copa es dignísimo, como para irnos satisfechos sabiendo que por fin, después de tantos años de fracaso, se logró un equipo con actitud.
Ahora se vienen las eliminatorias y van a estar más duras que nunca, el nivel que ha alcanzado Sudamérica es el más alto de mundo, sin exagerar. Sólo queda seguir por este camino y esperar que podamos contar con nuestros mejores hombres, o por lo menos con los que estén dispuestos a darlo todo por la bicolor y por supuesto, confiar en la magia de “Don Sergio”.
Finalmente, lo de Guerrero es realmente notable, un jugadorazo que se las ingenió para inquietar a cualquier defensa. Peleó, siempre estuvo ahí, jamás bajó los brazos, se le notó más comprometido que nunca, como todo el equipo en general. Debería ser el mejor jugador de la Copa.
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