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El Futbolero Nostálgico XXIII: Roberto Palacios


Por El Pelusa/El Chull 




Hablar de Roberto Palacios en Perú, es casi hablar de una leyenda viva del fútbol local, uno de los últimos ídolos que tuvo la selección peruana. Tras veinte años dedicados al fútbol, el Chorrillano le puso fin, o eso creemos (?) a su carrera a finales del año pasado.

El 'Chorri', además de vendedor de chups (?), fue uno de los más importantes referentes de la camiseta bicolor en los años 90s. Poseedor de una pegada exquisita, supo arrancarnos de las entrañas los más inolvidables gritos de gol. No pudo darnos la alegría de jugar un mundial, pero eso le pasa a cualquiera (?). Sin embargo, el pequeño Palacios siempre fue actitud con la selección. Gracias a esa virtud supo ganarse el cariño y respeto de la afición.

El Chorrillano militó a nivel nacional exclusivamente por Sporting Cristal, su debut lo hizo ingresando por otro ídolo y emblemático jugador celeste, Julio Cesar Uribe, y en aquella ocasión los celestes derrotaron al Municipal por 3-1. Ese equipo del Sporting Cristal del año 1991 estaba conformado por jóvenes promesas que quedaron en eso (?) como Pablo Zegarra, Flavio Maestri, asimismo por jugadores salidos de las canteras como Percy Olivares, Francesco Manassero y por gente experimentada como el ya mencionado Julio César Uribe, Franco Navarro, Leo Rojas, Eugenio La Rosa, Jorge Arteaga y Julio César Antón (los 3 primeros mundialistas en el 82) y reforzado por los argentinos Carlos Castagneto, Juan Carlos Kopriva y Horacio ‘La Pepa’ Baldessari. Este equipo fue dirigido por el también ex mundialista Juan Carlos Oblitas.

Su despedida en 1996

Con la camiseta celeste el Chorrillano consiguió el tricampeonato de los años 1994, 1995 y 1996. Precisamente en el año 1994 fue crucial su aporte para el equipo. A este Cristal hasta se lo denominó como "La máquina celeste" por la cantidad de goles que anotó en el campeonato peruano: 113 goles en 38 partidos, siendo el Chorri armador neto del equipo.  El año 1996 fue uno de sus mejores años. El domingo 27 de octubre, bajo la conducción técnica de Sergio Markarián, se consagra tricampeón nacional con el Sporting Cristal.

Posteriormente y tras una serie de especulaciones/ventas de humo el Chorri recaló en el fútbol mexicano, donde comenzaría una larga historia. El Charro (?) formó parte del club Puebla y luego jugó por los Tecos de la UAG. Palacios hizo un paréntesis (?) en su estadía mexicana y fue cedido al Cruzeiro a mediados de octubre de 1997, quien venía de ganar la Libertadores justamente ante Sporting Cristal, todo un traidor (?). El Chorrillano llegaba para reemplazar a Palinha, quien fichó por el Mallorca de España.


En la Raposa, el peruano solo jugó seis partidos, y metió dos goles. Uno de los encuentros más importantes de su carrera fue la final de la Intercontinental en 98 cuando fue parte del once titular que jugó contra el Borussia Dortmund. Aunque estuvo solo cuatro meses en el club, el Chorri hasta ahora es recordado con mucho cariño en Belo Horizonte.


Tras su breve paso en Brasil, Roberto volvió a los Tecos donde se quedaría hasta el 2001, volviendo luego a mediados de año a Cristal para formar aquel "Dream Team" que formó el club rimense con Jorge Soto, Gustavo Grondona, Gastón Córdova, Julinho, Luis Alberto Bonnet. En agosto del 2002, regresó a la Universidad Autónoma de Guadalajara y jugó también por el Atlas de Guadalajara y los Monarcas Morelia. Militó también el Deportivo Cali y Liga de Quito (donde fue suspendido por una tremenda tángana). En el 2005 ganó la Serie A ecuatoriana junto a su padrino Juan Carlos Oblitas nuevamente como DT. Hubo rumores de un pase truncado al Deportivo La Coruña cuando jugaba en México, pero nunca salió a la luz el Vladivideo (?).

Finalmente, en junio del 2007, Palacios regresa nuevamente a su querido Sporting Cristal, que se encontraba en una dificíl situación por el tema del descenso la cual logró eludir. Cuatro años después le pondría punto final a su carrera. Hasta finales del año 2011 Palacios tiene contabilizado 90 goles con Sporting Cristal, 78 por torneos locales y 12 por torneos internacionales, vale decir 11 por Copa Libertadores y 1 por Copa Conmebol, convirtiéndose en el sexto goleador histórico del club cervecero.

SELECCIÓN

El Chorri debutó con la bicolor en el marco de las eliminatorias para EEUU 1994 (Antes lo había hecho con la Sub23). En su primer juego enfrentó a Argentina y anotó un gol desde fuera del área. Un presagio de lo que vendría después.

Luego de la Copa América 1995, Palacios se adueñó de la camiseta número 10 y fue titular en prácticamente todos los partidos convirtiéndose en el jugador con la mayor cantidad de encuentros disputados con la camiseta de la selección.


Su mejores años, sin duda, fueron cuando se disputó las eliminatorias para Francia 1998, donde se mandó con 7 goles, solo superado por los delanteros chilenos Marcelo Salas e Iván Zamorano. Digno de destacar siendo volante y no delantero.

En 128 actuaciones anotó 19 goles con la blanquirroja. Aquellas 19 anotaciones que nos hicieron delirar de emoción, aquellos 'Chorrigolazos' como los llama la gente, que nos dejan con el pensamiento en el aire sabiendo de que alguna vez un tipo de escaso porte pero de corazón grande se le paraba a cualquiera en frente una y otra vez, tantas, pero tantas veces el Chorrillano. 

LOS CHORRIGOLAZOS 




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Copa Sudamericana: Cierre de lujo


Por Pablo Provitilo (Desde Buenos Aires, Argentina)


Ya en el tramo final de la X edición de la Copa Sudamericana, un torneo que de a poco intenta abrirse paso entre las competencias más importantes de la región después de la atractiva y extinta Supercopa, 4 grandes equipos dirimirán el torneo cuyo interés primordial -da la sensación- se ciñe más a ingresos económicos y proyecciones futuras (ganarla implica acceder a varios torneos: la Libertadores, la Recopa Sudamericana y la Suruga Bank, todas de 2012), que al prestigio en sí mismo, si bien suma y mucho para el historial obtenerla, lo cual no es poco en este tiempo donde abundan reyes de copas, sueños primermundistas y cierto desprecio a la competencia doméstica según la rueda de las prioridades.

Este año sobran condimentos para catalogarla como uno de los mejores torneos desde su aparición en 2002, habida cuenta de la paridad, los valores de conjunto y la trayectoria de los semifinalistas provenientes de
4 países distintos (Brasil, Argentina, Ecuador y Chile), todos justos vencedores cualquiera sea el desarrollo en el epílogo, aunque con matices de acuerdo con sus recorridos en el certamen. Por ejemplo, solo la Universidad de Chile y Liga de Quito, dirigidos por los argentinos Jorge Sampaoli y Edgardo Bauza respectivamente, disputaron la primera fase, una carga extra que refuerza sus méritos y posiblemente los tonifique de cara al final en función de los esfuerzos consumados. Repasando: los chilenos derrotaron a Fénix (1ª fase), Nacional (2ª fase), con paliza a Flamengo (octavos de final) y con clara superioridad a Arsenal (cuartos de final); mientras que los ecuatorianos superaron a Yaracuyanos (1ª fase), Trujillanos (2ª fase), Independiente (octavos de final) y Libertad (cuartos de final), ratificando la estirpe copera adquirida en los últimos años.


Curiosidades de estos dos equipos, muchas. Liga es el equipo con más semifinales jugadas en la Sudamericana, ganó una final muy recordada ante Fluminense en 2009 (venció 5 a 1 como local pero sufrió para conseguir al título al perder 3-0 de visitante, en la edición de más goles) y tiene una base de futbolistas que conocen la institución y cuentan con roce internacional como Luis Bolaños, Reasco, Bieler, Guagua Barcos, Araujo, entre otros. Por su parte, los chilenos intentarán arribar a la primera final de su historia después de las experiencias en 1996 y 2010. Reúnen importantes chances de conquistar su primer torneo continental a partir de una campaña brillante que contabiliza 7 victorias y 1 empate, con 14 goles a favor ( el goleador hasta aquí del torneo es Eduardo Vargas, de la U) y apenas 1 en contra. Extraordinario, ciertamente. 




Pero no menos derechos ni legitimidad en caso de ganarla le asisten a Vélez, dignísimo representante argentino que sorteó complicados rivales, entre ellos la Universidad Católica, Santa Fe de Colombia y uno local, Argentinos Juniors, en un tipo de duelo -este último- donde los dos equipos se conocen mucho y no siempre corona al mejor; además de padecer ostensibles bajas durante el receso del torneo, dado que ya no tiene al goleador Silva, al cerebro y organizador Maximiliano Moralez y a quien supo desequilibrar y aportar su talento en  momentos oportunos, Ricardo Álvarez. Con la inteligencia de Ricardo Gareca, no obstante, Vélez suplió las ausencias, exhibió momentos de fútbol cohesionado y vistoso (el primer tiempo con los colombianos fue de notable factura) y procurará conseguir el único certamen de cierta relevancia que le falta a sus nutridas vitrinas.

También 
Vasco da Gama buscará inscribir su nombre por segunda vez en el concierto regional, tras la Libertadores ganada en 1998 sobre Barcelona de Guayaquil, oponente ecuatoriano que podría repetirse si vence a la Universidad de Chile y Liga hace lo propio con Vélez. No dispuso de suerte Vasco para sumar otros torneos internacionales como la Recopa, entre 1999 y 2003 no se desarrolló, o la citada Supercopa de los campeones de América, abortada en 1997. Razón de peso, al cabo, para no desaprovechar la oportunidad, robustecido incluso por un técnico sagaz e intuitivo como Cristian Borges, quien condujo al equipo a los primeros planos en el orden local (va segundo, con chances de ser campeón) y continental.



Además se presentan algunas curiosidades en el cuadro de Río de Janeiro, especialmente relativas a los números. En la Sudamericana, por caso, perdió 3 partidos sobre 6, aunque marcó 17 goles, un promedio de 2,5 por partido, cifra que le permitió concretar resultados abrumadores: 8-3 ante Aurora (Bolivia) y 5-2 frente a Universitario (Perú), los dos en condición de local. La estadística particular en la Sudamericana tiene cierto correlato en el torneo local, en el  marco de un mar de números llamativos e imposibles de mensurar ya que no responden a una lógica evidente. Por el Brasileirao, recibió apenas 4 tantos en 17 partidos jugando en Río donde ganó todos sus partidos, es el quinto equipo con más goles a favor y recibió varias goleadas: ante el descendido América, Curitiba, Cruzeiro, Botafogo e Inter. Aún con irregularidad, da pelea en ambos frentes debido a un plantel con varias figuras y referentes (Elton, Dedé, Ever, Nilton, Bernardo) y lo dicho: un entrenador que supo apuntalar futbolísticamente a una de las instituciones prestigiosas de Brasil.


El panorama, de este modo, ofrece un cierre de lujo, contrariamente a lo sucedido en la última edición. La calidad de los contendientes, sus deseos e inevitables presiones, más destellos o fuertes reminiscencias de viejos duelos coperos tornan imprescindible observarlo, cuando se apaga un año de sorpresas, ardores y los clásicos alborotos en esta parte del Sur...

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