Por Don Pep (La Redó)
Hace casi un año en el viejo y querido Fútbol y Algo Más hice una serie de rankings sobre los mejores jugadores que había visto en mundiales. En el correspondiente a los goleadores elegí a Romario, y destaqué que no ponía al homenajeado de hoy, porque en mundiales no se había destacado, pero que sin embargo lo consideraba el mejor 9 que había visto.
Nació en 1964 en Utrecht, Holanda, y su nombre real es, según varios sitios, Marcel Van Basten (la verdad, me acabo de enterar). Desconozco el por qué del cambio a Marco. La primera noticia que tuve del holandés fue a través de la SuperFútbol, que le dedicó alguna nota al resurgimiento del fútbol holandés en la segunda mitad de los ´80.
Obviamente, como figura y goleador del Ajax, y como una de las nuevas estrellas de la Naranja, Marco era uno de los destacados en esos informes, en los que se decía algo así como “llámelo Van Gol” (?)
Nació en 1964 en Utrecht, Holanda, y su nombre real es, según varios sitios, Marcel Van Basten (la verdad, me acabo de enterar). Desconozco el por qué del cambio a Marco. La primera noticia que tuve del holandés fue a través de la SuperFútbol, que le dedicó alguna nota al resurgimiento del fútbol holandés en la segunda mitad de los ´80.
Obviamente, como figura y goleador del Ajax, y como una de las nuevas estrellas de la Naranja, Marco era uno de los destacados en esos informes, en los que se decía algo así como “llámelo Van Gol” (?)
En ese Ajax debutó en 1981, marcando un gol en su primer partido ante el NEC Nijmegen. En el rojiblanco de Ámsterdam (en realidad los 3 equipos más importantes de Holanda tienen rojo y blanco en su camiseta) ganó: 3 ligas (1981/82, 82/83, y 84/85), 3 copas (83, 86 y 87), y la Recopa europea en 1987. En ese mismo 1987 llegó la única transferencia que tuvo su carrera. Se incorporó, junto a Ruud Gullit al Milan. Silvio Berlusconi intentaba cortar con un largo período sin scudettos del rossonero (desde la temporada 78/79) que había incluido un paso por la Serie B, a raíz de la sanción impuesta a los milaneses por el escándalo del totonero (apuestas clandestinas).
El plan de Berlusconi dio frutos rapidamente. Con la dirección técnica de un (hasta ese momento) casi desconocido Arrigo Sacchi, el Milan conquistó en esa misma temporada 87/88 el scudetto, llevándose un campeonato que el Napoli de Maradona tenía servido. (Algún día haré post sobre ese espectacular equipo)
En Milan obtuvo 11 títulos: 3 ligas (87/88, 91/92, y 92/93), 2 Supercopas italianas (1988 y 1992), 2 Copas de Campeones de Europa (88/89 y 89/90), 2 Copas Intercontinentales (1989 y 1990), y 2 Supercopas Europeas (1989 y 1990).
Los números sólo muestran una faceta de la carrera de Van Basten en el calcio, pero sólo son un elemento estadístico (importante, claro está). Lo mejor de Marco no residió sólo en haber ganado todos esos títulos. Los números, igualmente, arrojan un resultado increíble: entre partidos de clubes (nacionales o internacionales) y de selección, disputó 426 encuentros marcando 299 goles.
Lo mejor estuvo en su extraordinaria jerarquía. Marco Van Basten era como un Mercedes Benz. Unía el lujo a extraordinarias prestaciones, era veloz y confiable. Fue un terrible goleador, pero además era un tipo muy dúctil, muy ágil, con buen cabezazo y espléndido remate (tanto con derecha, como con zurda), pero además tenía una terrible sangre fría al momento de definir. Difícilmente desperdiciara un mano a mano con el arquero rival.
Dejé para el final su participación en la selección holandesa. Fue uno de los puntales del resurgimiento de la naranja. Si bien no consiguió el éxito a nivel mundialista, fue figura excluyente en el único título oficial conseguido por Holanda, la Eurocopa ´88, disputada en Alemania, en cuya final ante la URSS marcó un gol con una volea impresionante.
No tiene sentido intentar excusar su pobre actuación en el mundial de Italia ´90. Sería necio hacerlo, como también sería de una gran necedad pretender que ese traspié significa que Van Basten fue un jugador más, o no fue un grande.
No tiene sentido intentar excusar su pobre actuación en el mundial de Italia ´90. Sería necio hacerlo, como también sería de una gran necedad pretender que ese traspié significa que Van Basten fue un jugador más, o no fue un grande.
Se retiró en la temporada 92/93. Una lesión en el tobillo le cortó la carrera antes de cumplir 30 años. Sólo 11 años de carrera profesional hicieron de Marco Van Basten uno de los símbolos del fútbol de todos los tiempos, ¿hasta donde hubiera llegado si jugaba unos cuántos años más?
Tal como con Diego Maradona, Michel Platini y Ricardo Bochini, Marco Van Basten bien vale un youtubeo.
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El hombre cuyo nombre se utiliza para nombrar a productos de dudosa calidad.
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