Por Cthulhu.
“¿Tanto le gusta la sangre?”, esa fue la minuciosa pregunta que le hizo Marcelo Bielsa, acerca de toda la basura que rodea al mundo del fútbol y la deshonestidad de cierta gente, a un Guardiola que, sin titubear le respondió: “Necesito esa sangre”.
Para Guardiola el hecho de convertirse en técnico lo ha catapultado a formar parte de la rica historia futbolística del Barça (si es que antes no lo era) y del fútbol a nivel mundial.
Sin embargo, existen antecedentes de la táctica y estrategia que pregona el Barcelona actual. Empezamos por la influencia del suizo Joan Gamper, fundador del club en 1899, que exhibía el juego exquisito con el armado de paredes y toques sucesivos como lo hacía la vieja escuela húngara. El colectivo de oro.
Mucho tiempo después le tocaría a Johan Cruyff, al igual que Guardiola, otra leyenda viva del club catalán. El holandés al mando del Barcelona ganaría en 8 años, nada menos que 11 títulos con los blaugranas. Hoy Pep, está a un paso de alcanzar su décimo título en 4 años como director técnico.
El trabajo del español es admirado en todo el mundo, ya que ha logrado armar un conjunto que en 25 toques te llena la canasta. Al rival lo aburre, lo desespera, lo hace correr atrás de la pelota. Principal característica de juego del Pep futbolista: jugar con la cabeza. Sus condiciones físicas no le permitían resolver ciertas situaciones en el campo con facilidad, algo que Guardiola contrarrestaba con su inteligencia. Eso mismo se lo transmitió a su equipo y sus dirigidos entendieron correctamente el mensaje.
Manchester United, rival en la final, tiene en el banco de suplentes a toda una institución del club: Sir Alex Ferguson. El escocés como futbolista no tuvo éxito alguno, sus logros vinieron desde que se inició como entrenador a la cabeza del United en 1986, ganando 35 títulos. A Ferguson siempre se le respetó por su trabajo y dedicación. Esto se reflejó cuando en 2005 la familia norteamericana Glazer se adueñó del club inglés. En dicha transición, los nuevos propietarios del Man U no objetaron en ningún momento la continuidad de quien hace 25 años ocupa ese puesto de manera exitosa.
El sábado en Wembley, el Manchester necesitará retomar conceptos y profundizar esquemas. La velocidad de sus referentes en ataque será fundamental para desmembrar a la defensa catalana. El paradigma se encuentra en la marca. En este punto, Barcelona es un equipo más solidario. Lionel Messi en los partidos de ida y vuelta frente al Real Madrid fue el que más faltas cometió. Eso es un indicador de que en la final de Champions veremos buen juego combinado con sacrificio. Lo del buen juego puede certificarse porque se trata de los dos clubes con mejor performance, aunque a muchos esto le genere cierta neurastenia, es así. Bien decía Ángel Cappa: "si me van a preguntar de qué sirve jugar bien, les voy a preguntar de qué sirve ser feliz".
Manchester y Barcelona, Barcelona y Manchester; ya se han encontrado en 11 oportunidades con 3 victorias y 4 empates para cada uno. Los españoles llegan con cierto favoritismo, pero tratándose de fútbol… nada está dicho.
"El fútbol es el primer deporte del mundo, es el deporte más atractivo para todos los continentes. Si yo tuviera que decir por qué sucede eso, es porque no siempre ganan los poderosos".
–Marcelo Bielsa.