Tras una primera final disputadísima en Uruguay donde ambos equipos no se sacaron ventaja, Santos demostró en este partido que tiene un plantel lleno de grandes individualidades como Danilo, Arouca, Ganso, Elano y el mismo Neymar, quienes con una genialidad te pueden resolver cualquier partido.
Peñarol había demostrado en toda la Copa que más que buen juego y prolijidad eran huevos y ganas de ganar los partidos. Lo demostró ante Internacional ganándole con garra en Porto Alegre y lo ratificó en Santiago y Liniers aguantando con esfuerzo ambos partidos hasta el final.
Esta noche en Pacaembú, la historia comenzó similar. Al igual que en la ida, la disciplina y el buen posicionamiento de Peñarol fueron suficientes para ahogar a los creativos del Santos y para aislar a Neymar, que se vio obligado a salir por la banda izquierda a recibir los pases.
El partido pintaba para que se definiera por alguna jugada individual de algún jugador. Si un valor agregado tiene este Santos campeón, definitivamente es la calidad técnica de sus jugadores. Como lo hizo el Morán arreglado(?) Arouca, que arrancó desde la mitad de la cancha para asistir a Neymar, quien anotaría el primer gol.
El gol obligó a Peñarol a tomar la iniciativa e invitó al equipo de Ramalho a tocar con más tranquilidad y a aguardar los contraataques que concedían los uruguayos al volcarse al ataque. Y así ocurró. Un buen contragolpe de Santos, que agarró mal parado a la defensa uruguaya, fue concluido por Danilo que definió con un gran disparo lejos del arquero Sosa.
Hace buen tiempo que este equipo brasileño viene dando la hora en Sudámerica. Luego de ganar el Campeonato Paulista 2010 y 2011, de ganar la Copa de Brasil 2010 y ahora de ganar la Libertadores, les queda como único objetivo ganar el Brasileirão.
Con el triunfo del Santos, Brasil obtiene su segunda corona seguida de la Copa Libertadores y acumula un registro de 15 títulos y un total de 8 finalistas en las últimas 10 ediciones del torneo. Así, el Santástico (?) se consagró nuevamente 'campeão' de este torneo tras 48 años, ya que había ganado el certamen en 1962 y 1963.