Por El Chull
De arranque dejamos en claro que la participación de los cremas en esta Copa Sudamericana fue dignísima y ayuda a limpiar un poco la imagen de los clubes peruanos que participan a nivel internacional. Ya lo hizo Universitario y Alianza el año pasado en Libertadores, y este año le tocó nuevamente a la U. Esperemos que estos gratos desempeños se vuelvan una constante, que Alianza y Juan Aurich se refuerzen debidamente y tomen en serio la Copa Libertadores del próximo año. Acá lo que se está representando es al fútbol peruano.
EL PARTIDO
Defender a los jugadores porque no cobran hace 5 meses es la estupidez más grande que hay. Los jugadores son profesionales, si andas pensando más en tu bolsillo o en la comida de tus hijos, te cambias de equipo (como hicieron algunos) y solucionado el problema. Si juegas, mereces ser evaluado como futbolista, no como sufrido empleado impago. Se debe analizar las actuaciones, las decisiones del entrenador, no la billetera de los jugadores. Se valora el gesto de jugar sin cobrar, pero no es para homenajearlos, ni protegerlos. Al contrario, se les está subestimando.
Otro punto importante es la labor del técnico. Chemo Del Solar es un buen técnico, sino no tendría dos títulos con Cristal y un destacado segundo lugar con la U Católica. Sin embargo, le falta leer mejor los partidos de alta envergadura y aprender a cerrar los partidos. No es la primera vez que sus equipos están cerca de conseguir la hazaña y ante algunos desaciertos, se derrumben totalmente, sin tener reacción alguna.
Le pasó con Cristal ante Estudiantes cuando cayó 4 a 3, después de estar con el marcador 0 a 3 a favor en el 1T. Asimismo, también le pasó en Buenos Aires, con el gol de Palermo en la última jugada que propició el triunfo argentino.
Los cuatro goles de Vasco en el 2T llegaron vía pelotazos desde la banda derecha, lugar de Rabanal, quien fue expulsado. Es decir, no hubo una reestructuración en el sistema para controlar los huecos causados por las expulsiones.
Del Solar planteó el partido en Brasil juntando mucha gente cerca de su arco y cortando el partido con muchas faltas (se contabilizaron 23 cerca del área), dejando que la iniciativa la tomen los brasileños. Ante la cercanía del éxito, aparecieron los bloopers y los nervios (miedo escénico), y esto terminó por intimidar al equipo. La U luchó hasta donde pudo, si no accedió a la siguiente fase es porque Vasco es más equipo (por algo está luchando el primer lugar del Brasileirao) y no porque tengan el sueldo al día. Sin embargo, se rescata la gran actuación crema y su actitud de lucha y de dar pelea hasta el final.