Aroma de café fresco

Por Capetok
@capetok
Año nuevo, vida nueva dice una popular canción que retumba cada diciembre en las emisoras de radio colombianas.  La nueva etapa de la selección de Colombia, de la mano de José Pekerman, tiene aroma de café fresco y así mismo trae una gran expectativa acompañada de la ilusión latente del aficionado colombiano porque no se pierda una gran generación de futbolistas que no se veían desde aquella que deslumbro a todos en la década de los noventas.


Después de tener una serie de seleccionadores nacionales rodeados por la sospecha de convocatorias, en las que se pensaba más en los intereses de terceros que en el trabajo convencido, y real de las divisiones menores del Colombia, es un acierto la llegada de alguien que por lo menos se presenta como imparcial y que nos permite soñar que es posible el tiquete a Brasil 2014. Además, del aprendizaje de uno de los mejores formadores de juveniles del mundo del futbol.

El esquema táctico está cubierto y podríamos decir que material hay. En los jugadores actuales podemos observar algo particular con respecto a las eliminatorias pasadas; el poder ofensivo cafetero esta de alguna manera garantizado. Y decimos esto, porque existen jugadores que a nivel de clubes son goleadores como Falcao, Teófilo o el ‘local’ Dorlan Pabón de excelente media distancia. Con un técnico que le gusta la figura del volante de armado mejor conocido como 10 que debe surtir eficazmente a los de arriba y que por ahora, esa camiseta caerá en manos de James Rodríguez.  La zona central de volantes la consideramos bien cubierta con un bastión como Guarín y le sumamos dos laterales (Armero-Zúñiga) a los que su experiencia en el  futbol italiano ha hecho crecer de forma interesante. 



Ahora viene la zona que preocupa a muchos en el país del norte de Suramérica: los defensas centrales y el arquero.  La parte media de la defensa se ha sostenido con algunos veteranos que muy probablemente no llegarían a Brasil como Yepes y los que pueden ser el recambio, no están jugando en sus clubes con la continuidad que se debería.  Para completar el panorama incierto, David Ospina no termina de cosechar su tiempo en Francia para consolidarse como el titular de la selección tricolor bajo los tres palos aunque existan buenos atajadores en el rentado nacional.

Comienza un nuevo proceso al interior de la camiseta amarilla, pero para que este “nuevo comienzo” genere credibilidad debe ir acompañado de los resultados y eso el entrenador argentino lo sabe.  Pekerman es la persona idónea para construir un futuro, una infraestructura sólida pero desafortunadamente llegó un momento en que los resultados hablan y esa premura, puede jugarle sucio en tierras incas. ¿Será esta la ocasión para una nueva vida futbolística cafetera? Amanecerá y veremos.

De taxista a DT de la selección Colombia, en tu cara Chuiman (?)