El último que jale la cadena


Por El Pelusa.

#NOALFÚTBOLCHICHA


El fútbol peruano se encuentra en cuidados intensivos luego de que ni los clubes, ni la Agremiación, ni la ADFP llegaran a un acuerdo en cuanto al tema del pago de los salarios (las 24 cuotas para pagar las deudas que indican las bases) y la iniciación del Torneo Descentralizado. Esto ha generado una serie de renuncias, despidos, peleas y amenazas, por parte de quienes conforman este cabaret llamado ¿Fútbol? Profesional.  La situación se torna más jodida y todo indica que no habrá una solución inmediata, ¿será el fin? 

Los primeros auxilios parecen estar lejos, los clubes ordenados y con un manejo serio se vieron realmente perjudicados por la huelga (ilegal o no) realizada por los actores de este espectáculo en solidaridad con los que, hasta hoy, están impagos. Dicha “no presentación” derivó en el hartazgo de los
mandamás de la San Martín, por ejemplo, quienes decidieron retirarse del torneo y del fútbol profesional. Aparentemente, seguirían sus pasos la Universidad César Vallejo (Acuña dijo que si los jugadores renuncian a la Agremiación podrán continuar), Cobresol y Unión Comercio. Inti Gas por su parte, decidió despedir a todo su plantel por considerar una actitud “desleal” el rehusarse a jugar contra Universitario.

La cosa se pone más fea que Tordoya (!) debido a que la Agremiación de Futbolistas Profesionales (Safap), dirigida por Francesco Manassero, Fernando Revilla y Jhonny Baldovino, no quiere dar un paso atrás con la huelga (recordar el paro que se realizó en el 2003).  Esto hace más notoria las diferencias con el presidente de la ADFP Luis De Souza Ferreira, quien no quiso posponer el inicio del torneo y dispuso que se juegue con juveniles, perjudicando –y faltándole el respeto diría yo- a los hinchas; esos que domingo a domingo van a robar alentar a sus equipos.

"¿Hacer las cosas bien? ¡JAJAJAJAJA!" (?)

El cargamontón se ha ido directamente hacia Pochoro Alarcón, presidente de Alianza Lima, quien hasta la fecha no canceló los 570 mil dólares que adeuda la institución victoriana. De rebote (?), le cae a la MILF tía Karla Bozzo, presidenta del Sport Boys, quien tampoco ha pagado la suma de 470 mil dólares. Del que no se ha hablado mucho es de Juvenal Farfán, cabeza del Cienciano, quien adeuda 600 mil dólares, pero se dice que habría chapado su Soyuz (?)  hacia Lima para hacer el pago respectivo.

¿Y la
‘U’? Los cremas ya cancelaron sus deudas del 2010 gracias al apoyo de la ONG ‘Solo importas tú’, de manera que los problemas que afronten son netamente internos. Como bien informa un diario de la capital: "Universitario canceló su deuda con la Agremiación de Futbolistas correspondiente al año 2010.  El pago pendiente por deudas del 2011 (1’600.000 dólares) ya fue negociado por la directiva merengue con la Agremiación y será abonado en cuotas mensuales. Aquello también quedó confirmado por el titular crema."

Burga, De Souza y Manassero. No son Memes (?), son parte del problema.

Con el retiro definitivo de los clubes ya mencionados, el fútbol peruano presenta un diagnóstico para preocuparse, con unos dirigentes que no se quieren mezclar con los sin vergüenzas de siempre y con los sin vergüenzas de siempre perjudicando al resto para, finalmente, salirse con la suya. A esto se le agrega la espectacular lavada de manos del presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Manuel Burga, quien en vez de dar la cara y sostener una ardua batalla por calmar las aguas, se hace de la vista gorda y encima se va a Suiza (¿justito no?).

El remesón de la salida de un club tan respetado institucionalmente como la San Martín despierta una incertidumbre en casi todos los que seguimos día a día este deporte. Los propios jugadores jamás pensaron que se llegaría a una medida tan extrema como esta, pero la decisión del
Rector de la USMP José Antonio Chang ya está tomada. Por ahora, Manassero, Revilla y Baldovino deben estar con los crespos hechos, mientras que Alarcón y los de su calaña se ríen en la cara de los que, a priori, intentaron hacer del fútbol peruano un deporte digno. La pelota se desangra y el funeral recién comienza.  

Habla, ¿vas?