Lo que queremos todos cuando asistimos a un partido del seleccionado patrio es ver un triunfo de los nuestros frente al rival. Pero ¿cómo pretendemos lograrlo si no somos participes?, ir al estadio requiere un esfuerzo mayor al que supone el simple hecho de comprar una entrada y sentarse a ver la función. Es más que eso, si me permiten decirlo, es hacer que el equipo gane porque uno va la tribuna a apoyar, a meter y también a ver claro está. No hay que tener tanto miedo señores, uno no pide que sean reyes de la puteada, ni que anden empujando a los que estén abajo por el simple hecho de no arengar/cantar/gritar. Ojo, no todos van a lo mismo y sin duda hay una gran mayoría que prefiere ver el partido tranquilo, pero en realidad un estadio está para eso y mucho más. Uno ve un partido y si quiere verlo tranquilo lo ve en la comodidad de su casa, no hay necesidad de transportarse hasta un estadio, pero ¿quién no quiere estar en un partido de la selección?
La misión es difícil, porque al ver a la 'blanquirroja' se nos ocurre armar una barra organizada, que los dirigentes habiliten a los barras -más civilizados si en caso en este país existen- empadronados de Alianza y la "U" para armar una fiesta (en sus respectivas tribunas) pero para la selección. Suena jalado de los pelos pero que se puede hacer, aunque traería consigo una serie desbarajustes y críticas, además de poner en riesgo un factor elemental para un espectáculo deportivo, la seguridad.
Y entonces nos preguntamos, ¿por qué el silencio en las tribunas? La respuesta ya pasa por un tema social y de cultura, no estamos acostumbrados al bullicio: entra la selección y hay un griterío ensordecedor, se canta el himno y luego arranca el tenis(?) shhh silence please, ¡asiento! se oye bajar de la tribuna.
Se escuchó en la semana a muchos periodistas deportivos quejándose no sólo de los precios que se pusieron para el partido con Costa Rica (porque al fin y a cabo la gente siempre está, somos fieles al sufrimiento y participes de una linda ilusión de la que sólo los que no gustan del fútbol suelen ser mezquinos e inquisidores) sino también del poco aliento que se da y que por años se ha venido dando.
Shhh no escucho(?) |
¿Cómo cambiar esto? eso ya queda en cada uno, uno no puede andar obligando a la gente a que modifique su costumbre o su conducta, pero tampoco estamos para no meter, uno va al estadio a alentar señores. Porque así vendan las entradas a 1 nuevo sol o 2x1 como en Panamá, lo importante es que la gente esté ahí para hacerse sentir ya que de nada sirve que vayan 50 mil a quedarse callados, de nada sirve que el silencio sea el máximo exponente de nuestras alegrías o de nuestras desgracias. Para eso mejor que vayan cuatro gatos efervescentes, es preferible a diferencia de un público impresentable, carente de corazón y empuje. No sólo el plantel de Markarián tiene que mejorar, nosotros como hinchas también tenemos ese deber.
No son 4 pero son efervescentes(?) |
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