Palmo a palmo


Por Daniel Aliaga

Pizarro preocupado por los misiles que pasaban (?)

La afición pedía asueto (?), triunfo y un mapamundi para ubicar a Túnez, pero pese a todo, no fue un mal partido de Perú. Jugado de forma seria, y con intenciones de triunfo a pesar de ser visitante, por la cercanía del determinante partido con Colombia (!) que ya se avecina por la quinta fecha de las Clasificatorias Sudamericanas, el saldo no deja de ser positivo.

Una primera parte con dominio de la blanquirroja durante los primeros quince minutos, contando incluso con una oportunidad clara de gol, luego de una excelente combinación entre la dupla de ataque que hoy puso el ‘Mago’ en el campo, Claudio y Paolo, y que no pudo ser culminada por el ‘Depredador’.


"¡No fue penal, por el amor de Mufasas!" (?)

Después de eso, Túnez niveló el juego, y con constantes arremetidas por derecha, en base a potencia y habilidad, desnudó muchas falencias defensivas de la selección peruana en ese sector izquierdo cubierto por el tándem Vargas-Yotún. Precisamente un error del lateral izquierdo, de partido muy discreto el día de hoy, generó el uno a cero; pero sólo unos minutos después, Perú emparejó la cuenta por intermedio del capitán, Claudio Pizarro, a través de tiro penal.

Para destacar lo de Claudio, que nuevamente, así como en Chile, apareció en un momento crucial del partido, para luego de un forcejeo, avivarse y sacar rápido un lateral consiguiendo que Paolo Guerrero saque ventaja sobre su marcador y termine siendo trabado en el área. Penal y Pizarro que lo cambia por gol.
La segundilla se quedó con las ganas (?)

Para la segunda mitad, el Mago efectuó siete cambios, entre los que destacaron el ingreso de Farfán y Lobatón, quienes brindaron un mayor fútbol a la medular ofensiva de la selección, pero la mayoría de las veces, sin profundidad. El ritmo del juego siguió siendo el mismo, con un Perú que siempre proponía y un Túnez que esperaba agazapado para asestar un buen contragolpe aprovechando la velocidad de sus puntas, y el buen disparo de media distancia que fue una constante de quien fue su mejor jugador (y quizás también del partido), Ben Yahia.

Finalmente, pudo haberse ganado, pero también se pudo perder, así que dada las circunstancias (se estuvo jugando de visita, y realmente no parecía), el empate fue un buen resultado, y de seguro que le servirá a Markarián para afinar ciertas cosas. Está de más decir que habrá que replantear ideas en cuanto a elaboración, profundidad y sobre todo, defensa por ese sector izquierdo, puesto que el once, de no mediar algún inconveniente, llámese lesión o escándalo de último momento (?), ya lo tiene en la cabeza. Eso está, más que claro.


Figura: Claudio Pizarro.- Se le pedía protagonismo, y en el momento más complicado, lo tuvo. Cuando se perdía, apareció; y cuando era necesario que marcase el gol, lo hizo. Recuperó muchos balones, y siempre intentó retrasarse para permitir las arremetidas de Paolo, y luego las de Carrillo y Farfán.

Destacado: Antonio Gonzáles.- Con mucha dinámica, pero sin desorden, fue siempre un buen guardaespaldas para Rinaldo Cruzado, quien para esta ocasión, no estuvo del todo fino con el balón. Robó mucho, y entregó bastante.

Mención honrosa: Paolo Guerrero.- Participó mucho del juego, con y sin pelota. Disputó cada pelota como si fuese la última, y demostró mucha velocidad para mostrarse siempre como una opción de peligro.


3 comentarios:

  1. muy positivo el artículo a mi parecer, hubo fallas que seleccionados en su individualidad no deben cometer y sin mencionar la pobre zona del medio-campo. Además de un déficit en seguridad en los centrales, una volante segregada, falta alguien en el medio -seguro- que dé buenos centros o abra el campo. A seguir trabajando.

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  2. buen post!!! en el gol de Tunez...donde estaba Acasiete?

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  3. Me parece que te equivocas tremendamente al elogiar a Gonzáles, si bien marcaba, cada pelota que entregaba estaba rifada, tiene una manía o impedimento de no dar un pase al pie, pelota rodada y casi todos balones a dividir. Y como él, varios que no ponían la pelota al suelo, jugar en paredes, cosa que cambiaba cuando la tenía Pizarro o cuando al fin entraron Farfán y Carrillo.

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