El Futbolero Nostálgico XXI: Gianfranco Zola

Por Otro Gato

El “Magic Box”, como se le apodaba por su excelente juego, nació el 5 de julio de 1966 en Oliena, una comunidad de la provincia de Nuoro en la isla de Sardinia, Italia. Zola era un segundo delantero con un talento descomunal, destacaba por su habilidad para quitarse rivales de encima, una gran capacidad de driblar, agilidad, una excelente pegada, capaz de anotar unos verdaderos golazos, uno de los mejores pateadores de tiros libres de la historia y poseedor de una estupenda técnica que le permitió destacar en todos los equipos donde jugó.


Zola Il buon Napoletano
Los inicios

El buen Gianfranco empezó su carrera en el modesto Nuorese de la Serie C2, donde firmó su primer contrato profesional en 1984 a los 18 años, anotando, hasta el final de su estancia en el equipo, un total de 10 goles en 31 apariciones. En 1986 fue fichado por el niño Torres de Sassari, el equipo más antiguo de Sardinia y donde permaneció por tres temporadas marcando 21 goles en 88 apariciones y ayudando al club a lograr el título de la Serie C2.


Su talento no iba a pasar desapercibido para el buen (?) Luciano Moggi, el hombre detrás de los escándalos de arreglo de partidos en el Calcio en 2005 y 2006, más conocido como el Calciopoli, y que por aquel entonces era director deportivo del Napoli y fue quien le dio la oportunidad a Zola de jugar en la Serie A. Así, en 1989 Gianfranco se integró al plantel del Napoli, donde tuvo la suerte de compartir vestuario con Maradona y Careca. 



Compartiendo vestuario con Maradona

Durante su estancia en el club de la Camorra (?) obtuvo sus primeros logros y se consolidó como una de las figuras del fútbol italiano. En 1990 ganó el Scudetto, el segundo en la historia del club, así como la Supercopa italiana de 1991. Zola confiesa que Diego fue la mayor influencia en su carrera y que ambos se pasaban varias horas practicando la ejecución de tiros libres después de los entrenamientos. “Aprendí todo de Diego, yo solía espiarlo cada vez que entrenábamos y así aprendí a darle la comba a los disparos de tiro libre”, afirma el italiano.



Sus buenas actuaciones en Napoli llamaron la atención de Arrigo Sachi, quien le dio la oportunidad de vestir la ‘Azurra’ por primera vez en su carrera, en un partido por las eliminatorias a la Euro del 92 ante Noruega en 1991. 

No pregunten por qué Zola está usando la 10


Tras la salida de Maradona del club en 1992 (previa suspensión de 15 meses) por los escándalos ya conocidos, Zola heredó la camiseta número 10 que dejó el argentino y supo honrarla. Sin embargo, el club ya había entrado en declive tanto en lo deportivo como en lo financiero, por lo que varios de los jugadores que habían hecho historia pocos años atrás, decidieron marcharse, incluido Gianfranco que en 1993 fichó por el Parma, dejando en Napoli una marca de 36 goles en poco más de 100 partidos. 


La transición

Sus primeras temporadas con el Parma fueron excelentes, brilló con luz propia y se erigió como uno de los mejores jugadores de la época. Ganó la Supercopa de la UEFA de 1993, la UEFA cup de la temporada 94-95 y anotó un total de 57 goles en poco más de 102 partidos. Sin embargo, con la llegada del putito de Ancelotti en 1996, Zola perdió protagonismo ya que lo hacía jugar fuera de su posición, hasta dejarlo sin oportunidades por considerarlo como “una pieza que no encajaba en su rompecabezas”, según palabras del propio Carleeeto, un putazo ¿no? Por ello, ‘The Little Magician’ decidió marcharse del club en noviembre del 96. Londres sería su siguiente parada.

A la conquista de Inglaterra

GianfrancoZolismo o Muerte

El Chelsea que dirigía Ruud Gullit pagó casi 5 millones de libras por el petiso italiano. A su llegada recibió el dorsal número 25 que más tarde inmortalizaría en Stamford Bridge. Zola ya no era un jovencito, tenía 30 años encima, pero eso no le impidió romperla en Inglaterra, anotando verdaderos golazos, mención honrosa merecen los que le hizo al United por liga, al Liverpool y Wimblendon por FA Cup que ganaría esa temporada, méritos que le valieron para ser elegido Player Of The Year, convirtiéndose así en el primer jugador en la historia en ganar este premio sin jugar una temporada completa y el primer jugador de Chelsea en obtenerlo.

La temporada 97-98 ayudó al Chelsea a ganar la League Cup, la Supercopa de la UEFA y la Cup Winners Cup, esta última gracias a un gol que anotó apenas 30 segundos después de haber ingresado al campo. En 99-2000, Zola fue una de las figuras del Chelsea en la Champions, anotando goles importantes en el certamen, incluido un golazo de tiro libre al Barca. Además volvió a ganar la FA Cup y fue elegido como el mejor jugador de Chelsea en esa campaña.

I figli di Don Corleone (?)

La llegada de Ranieri al club para la temporada 2000-01 trajo consigo a delanteros jóvenes como Gudjohnsen y Hasselbaink, por lo tanto, el ´Blue Wizard´, quedó relegado al banco de suplentes, aunque siempre era tenido en cuenta por el entrenador e incluso llegó a formar una gran dupla en ataque con Hasselbaink, anotando entre los dos un total de 32 goles por liga. Para 2001-02, Zola ya tenía 35 años y cualquiera pensaría que ya no era el mismo, sin embargo, aún era capaz de anotar verdaderos golazos como aquel que le marcó al Norwich por FA Cup, un gol que el mismo Ranieri describió como: “fantástico, mágico”.

Su última temporada en Stamford Bridge sería la 2002-03. A sus 36 años, Gianfranco se reinventó y tuvo una de sus mejores campañas, anotando un total de 16 goles y ayudando al equipo a una nueva clasificación a Champions, por lo que volvió a ser elegido el mejor jugador de Chelsea esa temporada. Su último gol se lo marcó al Everton y jugó su último partido ante el Liverpool. A lo largo de sus 7 temporadas en Londres, jugó 312 partidos, anotó 80 goles y fue considerado como el mejor jugador en la historia del Chelsea. Desde su partida la camiseta número 25 no ha vuelto ha ser usada, aunque el club no la ha retirado oficialmente.

El regreso a su isla

Cuando Edwin Oviedo Roman Abramovich compró al Chelsea en 2003, este le ofreció a Zola continuar un año más en el club, pero el italiano no aceptó, puesto que ya le había dado su palabra al Cagliari, el club más importante de su natal Sardinia y donde Zola quería retirarse. Gianfranco lideró al club al ascenso a la Serie A y renovó su contrato por un año más. Finalmente, decidió colgar los botines en junio de 2005, poniéndole fin a su ilustre carrera anotándole dos goles a la Juventus en su último partido oficial. Como muestra de su gratitud, el Cagliari retiró la camiseta número 10, aunque volvió a ser usada en 2006.
Escueleando a Maldini
A pesar de haber sido uno de los mejores jugadores italianos de la historia, Zola no gozó de muchas oportunidades con la selección de su país, y aunque estuvo presente en el mundial del 94, solo disputó unos minutos ya que fue expulsado en el partido contra Nigeria y no jugó más. También disputó la Eurocopa del 96, donde Italia fue eliminada en primera ronda, luego de que Zola fallara un penal ante Alemania. Tras no ser tomado en cuenta para el mundial de 98, decidió renunciar a la selección. En total, vistió la ´Azurra´ en 35 ocasiones y metió 10 goles.

Nada que envidiarles a Del Piero y Baggio

En 2008 fue parte del cuerpo técnico de la sub 21 de Italia que participó en los Juegos Olímpicos de Beijing y en setiembre de ese mismo año tuvo su primera experiencia como entrenador, cuando asumió el cargo en West Ham. Pese a haber sido ídolo en Chelsea se ganó rápidamente el respaldo de la afición hammer y cada vez que pisó Stamford Bridge fue recibido con aplausos por el público local. Salió del club en mayo de 2010, tras algunas discrepancias con los directivos del club.

Esta es la historia de Gianfranco Zola, un grande por donde se le mire. De haber nacido en otra decada, quizá su figura comercial hubiera sido más promocionada, pero nadie le quitará nunca lo crack que fue.

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